Una mañana de otoño visitamos a la maestra Aline de la Macorra para que nos comparta sus experiencias y trabajo promoviendo la lectura. Sus sugerencias e información sobre diversos temas enriquecen el trabajo que realizamos en “Club de Lectores” al presentar libros y promover la lectura.

Desde ya más de treinta y cinco años estoy en el mundo de la docencia en alguna u otra trinchera. Por mi formación en educación especial y terapia familiar, hice diagnósticos a niños con capacidades diferentes. En 1994, abrí una librería especializada en literatura infantil y juvenil que se llamó Colorines. Fue un centro de reunión de editores, autores, niños, jóvenes, padres de familia, abuelos, docentes, músicos... Por eso dije que he trabajado desde diferentes trincheras; para mí, Colorines era un lugar de mediación, de acercamiento, de encuentro con los libros, con sus creadores y con sus lectores. Seguí por el camino y estudié una maestría en literatura infantil y juvenil; esta me permitió desde el año 2012 comenzar a dar cursos de capacitación, tanto virtuales como presenciales, en Secretarías de Educación de diferentes estados de nuestro país. Con el paso de los años y con mis ganas de seguir creando y promoviendo la lectura, sentí la necesidad de crear un canal de YouTube. Abrí uno al que llamé Colorines Educación, en el que tengo varias modalidades. Por un lado, presento libros infantiles y juveniles y recomiendo su lectura a niños y a docentes; por otro, realizo lo que denomino “apoyo a maestros”, en el que se incluyen videos que acompañan en diversos temas de educación, por ejemplo, para la Nueva Escuela Mexicana. Cada mes incluyo nuevos videos para que los maestros tengan información que puedan llevar a las reuniones del Consejo Técnico Escolar; estos ayudan a hacer lo que yo llamo “acordeones para el Consejo Técnico Escolar y son videos, de reflexión de aspectos educativos y socioemocionales que los maestros pueden usar. En el canal hay otra sección que se llama Pregúntale a Aline, que incluye videos dirigidos a alumnos y alumnas de educación básica sin grado específico y en los que se exponen temas de lenguaje, como novela, tradición oral, cuento…; aspectos socioemocionales y también se han incluido cápsulas históricas con información que apoya el aprendizaje.

—¿Para hacer ese tipo de cápsulas históricas, por ejemplo, investigas, te informas y documentas sobre los temas?

—En efecto, me documento, escribo el guión, lo expongo y lo grabo con mi teléfono; luego lo edito. Muchas veces agrego un mensaje que llamo “chismecito”, que incluye información que no aparece en los libros de texto y que complementa el contenido original, que sí está ean los libros.

—Vinculado a lo que has mencionado, te preguntaría: En la era digital, ¿cómo se adapta la escritura a los nuevos formatos y soportes de la lectura?

—Es muy importante. Considero que, de alguna manera, al leer en los libros de ficción, informativos o de texto, ver la información y tener la posibilidad de hacer la lectura de una manera lineal, de izquierda a derecha y de arriba abajo es también muy importante porque tiene que ver con el desarrollo lector de los alumnos. Los videos y las TIC´s complementan, porque las personas tienen habilidades diferentes: hay quienes son más auditivos, otros más visuales y otros más kinestésicos. Además de lo anterior, con algunas editoriales hacemos entrevistas, y en esta segunda temporada que acaba de empezar se presentarán entrevistas y se hablará de libros desde un enfoque temático.

—¿Cómo definirías el concepto de promotores y mediadores de lectura? ¿Crees que en los planes de estudio de educación básica debería de haber propuestas para generar un pensamiento crítico tal como se indica en los planes de trabajo de la Nueva Escuela Mexicana? ¿Crees que habría que invitar a las editoriales para que presenten propuestas de libros sobre temas específicos y así construir una alianza estratégica en beneficio de los lectores?

—Cuando imparto conferencias o cursos a pequeños grupos de maestros por ejemplo en escuelas, hago preguntas para que después de la lectura de los libros se detonen diferentes temas. En estos intercambios busco que a partir de preguntas detonadoras se genere pensamiento crítico. Son espacios que llamo “tertulias dialógicas”, en donde los maestros inician la conversación desde la comprensión lectora propia y así viven y experimenten para luego implementar en las aulas. En estas citas se emprende la lectura de libros, no importa si son de ficción, de investigación o ensayos, todas las lecturas generan un diálogo.

—¿Consideras que hay dos tipos de lectura: una por placer y otra por obligación?

—Las personas tenemos diferentes intereses en la vida; para algunas, leer por placer es leer un libro informativo; para otras, es leer un libro de ficción o de poesía… El placer en una lectura no depende del género, sino que depende del interés, por eso es importante formar lectores que tengan herramientas para elegir. Un texto tiene diversas maneras de ser planteado, la investigadora Louise Rosenblatt habla de la lectura estética y la lectura eferente. La lectura estética tiene que ver con los textos de ficción, como por ejemplo las novelas. Hay personas que no les resulta placentero leer una novela, ya que en ellas la atención se centra en lo sensorial, lo emocional y se vincula con el modo artístico. En la lectura eferente, el lector se enfoca en obtener información o conocimiento específico a partir del texto. Esto es muy importante porque a veces en las escuelas no se leen libros informativos en voz alta porque pensamos que van a ser aburridos, cuando pueden ser los más apasionantes y promover grandes reflexiones en los grupos. Es por esto que propongo que se continúe impulsando la lectura en voz alta, a lo largo de la educación y la vida.

—Hay mucha coincidencia entre lo que nos hablas sobre tu trabajo con lo que nosotros hacemos, por eso me gustaría que nos comentes brevemente sobre tus libros, que pueden ser adquiridos fácilmente por maestros y público en general pues los hemos incluido en el catálogo de Club de Lectores (www.clublectores.com).

—La obra Los libros como puentes a las emociones inicia con una encuesta que permite a los lectores reflexionar sobre diferentes temas que abren caminos de comunicación y exploración de diversas emociones tanto en grandes como en chicos. Se sugieren títulos de libros infantiles y juveniles y formas de utilizarlos para complementar la información teórica sobre los temas tratados. A partir de un curso/taller que realizamos para el Estado de Guanajuato en 2020 recientemente publicado en el reporte del Programa Nacional de lectura, surgió el libro Me conozco, me comprendo, me expreso que aborda teoría y herramientas prácticas de lectura y escritura. En él se describe la diferencia entre cuento ilustrado y libro álbum y se proponen actividades. El libro Análisis de libros y etapas lectoras aborda las diferencias entre los libros literarios y los libros informativos y se reflexiona sobre los intereses lectores de los niños desde que son muy pequeños; fue seleccionado en el año 2021 para la Biblioteca Centenaria SEP.

—Actualmente, se discuten mucho las propuestas que ofrece el modelo de la Nueva Escuela Mexicana. En cuanto a lo que esta propone, ¿qué impulso crees que se podría dar a la lectura para impulsar el pensamiento crítico?

—Yo pienso que en la práctica los docentes utilizan diversas formas de enseñanza y seleccionan estrategias que utilizan en la aplicación de las metodologías propuestas por la Nueva Escuela Mexicana. Dentro de estas, es esencial realizar tertulias dialógicas. Propongo que hay que aprovechar los beneficios de las redes sociales, para llevar a que los maestros se enamoren de los contenidos de los libros, que los incluyan en la práctica diaria y así formar alumnos, padres y maestros con pensamiento crítico.

Así finalizamos esta entrevista y agradecemos profundamente a la maestra Aline de la Macorra sus comentarios, su atención con Club de Lectores y con nuestros lectores.